Las crías de los hipopótamos que una vez fueron propiedad del capo colombiano de la droga Pablo Escobar pueden ser reconocidas como personas o «personas interesadas» con derechos legales en EE.UU. tras una orden de un tribunal federal.
Se trata de un pleito contra el gobierno colombiano sobre la conveniencia de matar o esterilizar a los hipopótamos, cuyo número crece a gran velocidad y supone una amenaza para la biodiversidad.
Hipopótamos colombianos de cocaína
Un grupo de defensa de los derechos de los animales celebra la orden como una victoria histórica en los esfuerzos largamente perseguidos para conseguir que la justicia estadounidense conceda a los animales el estatuto de persona. Pero la orden no tendrá ningún peso en Colombia, donde viven los hipopótamos, según un experto jurídico.
«El fallo no tiene ninguna repercusión en Colombia porque sólo tiene impacto dentro de sus propios territorios. Serán las autoridades colombianas las que decidan qué hacer con los hipopótamos y no las estadounidenses», afirmó Camilo Burbano Cifuentes, profesor de Derecho Penal de la Universidad Externado de Colombia.
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Los «hipopótamos de la cocaína» son descendientes de animales que Escobar importó ilegalmente a su hacienda colombiana en la década de 1980, cuando reinaba sobre el narcotráfico del país. Tras su muerte en 1993 en un tiroteo con las autoridades, los hipopótamos fueron abandonados en la finca y se les dejó prosperar sin depredadores naturales; su número ha aumentado en los últimos ocho años de 35 a entre 65 y 80.
Un grupo de científicos ha advertido de que los hipopótamos suponen una grave amenaza para la biodiversidad de la zona y podrían provocar encuentros mortales con seres humanos. Abogan por que se mate a algunos de los animales. Una agencia gubernamental ha empezado a esterilizar a algunos de los hipopótamos, pero existe un debate sobre cuáles son los métodos más seguros.
En la demanda, los abogados del Fondo para la Defensa Legal de los Animales pidieron al Tribunal de Distrito de Cincinnati que otorgara la condición de «personas interesadas» a los hipopótamos para que dos expertos en esterilización de animales salvajes de Ohio pudieran declarar en el caso.
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La juez federal Karen Litkovitz de Cincinnati concedió la solicitud el 15 de octubre. El grupo de defensa de los derechos de los animales, con sede cerca de San Francisco, cree que es la primera vez que los animales son declarados personas jurídicas en Estados Unidos.
Sus abogados argumentaron que, dado que los defensores de los hipopótamos pueden interponer demandas para proteger sus intereses en Colombia, debe permitirse que los hipopótamos sean considerados «personas interesadas» con arreglo a la legislación estadounidense.
Se refirieron a una ley federal que permite a cualquier persona que sea «persona interesada» en un pleito extranjero solicitar a un tribunal federal que le permita tomar declaraciones en EE.UU. en apoyo de su causa.
Cocaína en Connecticut
Christopher Berry, abogado principal del Fondo para la Defensa Legal de los Animales, calificó la sentencia de estrecha pero profunda.
«Esto forma parte realmente de un movimiento mayor de defensa de que los intereses de los animales estén representados ante los tribunales», dijo. «No pedimos que se cree una nueva ley. Sólo pedimos que los animales tengan la capacidad de hacer valer los derechos que ya se les han concedido.»
Aunque se han concedido derechos legales a los animales en India, Pakistán y Argentina, los tribunales de EE.UU. no han querido hacerlo hasta ahora.
Un juez de Connecticut calificó de «totalmente frívola» una petición presentada hace cuatro años por un grupo de defensa de los derechos de los animales para conceder la condición de persona a tres elefantes de un zoológico ambulante de mascotas.
Venta de cocaína en Nueva York
En otro caso seguido de cerca, el Tribunal de Apelación de Nueva York, el más alto tribunal del estado, acordó en mayo decidir si un elefante del zoológico del Bronx debe obtener derechos similares a los humanos y ser trasladado a un santuario.
Sentencias anteriores desestimaron las demandas de los grupos de defensa de los derechos de los animales. El zoo sostiene que conceder la «personalidad» jurídica al elefante llamado Happy sentaría un peligroso precedente y ha calificado de «ridículos» los esfuerzos. Los grupos defensores de los derechos de las armas también han criticado la medida por temor a que pudiera afectar a la caza o sentar un precedente.
Los partidarios de la ley señalan las sentencias judiciales que han otorgado derechos legales a las empresas y las han considerado personas jurídicas, razonando que los animales deben recibir el mismo trato ante la ley.
«La personería jurídica es simplemente la capacidad de que se escuchen y representen tus intereses ante los tribunales», dijo Berry. «Se trata de hacer valer los derechos que ya tienen en virtud de las leyes sobre crueldad animal y otras leyes de protección».
